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► Memorias de una Restauradora. La sutil belleza del paso del tiempo.

Memorias de una Restauradora. Cuaderno de viaje a mundos pretéritos.

LA SUTIL BELLEZA Y AROMA DEL PASO DEL TIEMPO, EN EL ARTE 


Todos necesitamos de la belleza para que la vida sea soportable, la belleza, no sólo de las cosas bonitas o de las artes, la belleza hecha de verdad, admiración, sensibilidad, autenticidad, bondad, armonía y calma. Las cosas bellas (o buenas) no tiene su origen en el sujeto, sino en el objeto y seguirán siéndolo, aunque nadie las contemple o aprecie. 

❰LA BELLEZA ES OBJETIVA, CON INDEPENDENCIA DEL SUJETO❱

La contemplación de lo hermoso conlleva un deleite, sea lo que sea aquello que entendamos por bello, nos produce placer, y por tanto ahuyenta o suspende el dolor. Es una promesa de felicidad, oasis de nuestra existencia, en tiempos líquidos. 

“El Arte es aquella belleza, armonía pura, que ilumina y eleva, haciendo vibrar lo mejor de nosotros. Todo aquello que exalta las bajas pasiones, la arritmia, la violencia y la ignorante desesperación, no es Arte” (J.A.Livraga)

"Quien sea capaz de mantener la capacidad de ver la belleza nunca envejecerá". kafka

Particularmente defiendo el valor positivo del paso del tiempo sobre las obras de arte, algo que puede resultar paradójico en una restauradora. En el siglo XVII se denominó el “tempo pittore” , y es que no hay nada con más falta de alma que un objeto antiguo al que se le ha realizado una intervención excesiva con el objetivo de dejarlo como nuevo; pero, ¿hasta qué punto debemos retroceder al intervenir una obra?, ¿cuánto barniz, suciedad ambiental, antiguas restauraciones o repites debemos eliminar?...


LA PÁTINA

La pátina, ese concepto un tanto misterioso, más poético que científico, de contornos difusos y tierras movedizas cuando acometes una restauración. La pátina es lo que dota de alma a las antigüedades desde las más humildes a las obras maestras… Hay quienes tienen una opinión opuesta a la mía, criterios diferentes, igualmente respetables. ¡Cosas de la pátina! 

El transcurso inexorable del tiempo modifica para siempre obras, objetos y personas. Crees que al contemplar por ejemplo “La Gioconda" de Leonardo Da Vinci, o “Los girasoles” de Van Gogh es el mismo cuadro que creó el pintor, probablemente no, los colores se alteran, los barnices envejecen y se oxidan, las modas cambian y modifican las obra. Algunos de estos cambios vienen provocados por la degradación de los pigmentos, procesos de reducción y oxidación que sufren los metales que forman los pigmentos utilizados por esos artistas. Las causas principales de los cambios químicos son la exposición a la luz

THIS IS THE QUESTION 

Conservar una obra, ¿significa defenderla contra los daños que provoca el paso del tiempo, o se trata de procurar la eterna “juventud”?. 


La PÁTINA, un tema controvertido en esta profesión que sigue suscitando debates perennes entre los entendidos que acaban en encendidas discusiones bizantinas. Basta recordar, por ejemplo la polémica al recuperar los colores, con tonalidades casi brillantes, de la Capilla Sixtina o el asombro ante el “nuevo” "Caballero de la mano en el pecho"...

"Monna Lisa" del Louvre  vs  "Monna Lisa" del Museo del Prado. 

En la imagen anterior se puede apreciar la pátina, causada por la oxidación del barniz en la obra expuesta en el Louvre, en comparación con la "Gioconda española", pintada en el mismo taller al mismo tiempo, magníficamente conservada y restaurada

La pátina es, por tanto, síntoma del paso del tiempo y, en muchos casos, se vive como algo positivo, ese toque final que suaviza y amortigua la intensidad de los colores y otorga un tono homogéneo ambarino a las obras. Claro está, siempre en su justa medida, cuando ésta compromete la integridad e impide apreciar la calidad de los detalles es mejor intervenir. En el caso de la Giocondo del Louvre los motivos para no proceder a su restauración atienden más bien a cuestiones económicas.

Eliminar por completo la pátina de una obra es por tanto borrar su alma. 

  

La pátina, alma de los objetos, garantía de autenticidad y antigüedad, está estrechamente ligada a un tema tan a la orden como son las falsificaciones. Una de las fases más delicadas de una falsificación es dotar a la pieza de antigüedad y hacer aparentar el paso del tiempo solo se consigue falseando la pátina. A lo largo de mi trayectoria me han llegado algunas falsificaciones más o menos acertadas, más o menos bellas... un tema que merece un relato propio por su osadía y complejidad a la hora de intervenir.

Lo más reseñable de todo esto es tener el privilegio de recuperar la belleza de obras de arte y objetos especiales que tantos relatos atesoran, cuadros heredados, recuerdos familiares, souvenires de viajes.... y participar a que la vida de alguien sea un poco más bella, lo que me motiva cada día y alienta en los días oscuros. La restauración resulta poética pero es también complicada y solitaria.

Dedicado a todos los que valoran la belleza y el aroma del paso del tiempo.


👉 Memorias de una Restauradora. Primera parte aquí.

Creado con Inteligencia Natural.